Con olor a picadas y gorditas...

"La libertad de Expresión es el Derecho de Vivir sin Hipocrecia"
José Martí

Para todos los que estudiamos comunicación, la libertad de expresión es un pilar fundamental para el desarrollo de nuestras ideas y convicciones. La libertad de expresión nos asegura plenamente el poder expresarnos sin represalias, poder hablar ante todo de lo que nos plazca.

¿Qué pasa cuando una verdad incomoda?

Hace unos días un profesor de FACICO, un destacado periodista a nivel nacional: Luis Velázquez, publicó en un su columna diaria Expediente 2007, una columna donde hace una crítica hacia los trabajadores de intendencia y adjuntos de la facultad. En ella Velázquez detalla el acontecer diario de ese gremio de trabajadores, Los chismes matutinos, el olor a Picadas y Gorditas en los espacios de la facultad donde laboran. En ella también destaca como ese gremio pierde tiempo en actividades no productivas para la UV.

Todos sabemos que es verdad, a cuantos trabajadores de la UV hemos visto comer en sus áreas de trabajo, impregnando con olor fritanguero los pasillos y espacios de nuestra facultad. En respuesta a esa critica hecha por el profesor, aquellos trabajadores publicaron un desplegado donde se dicen afectados por dicha critica, en donde literalmente amenazan al profesor de "sacarle sus trapitos sucios". Esta claro que muchos de esos trabajadores madrugan para laborar y es poco el tiempo que tienen para llegar al trabajo, es verdad que todos tenemos necesidades de alimentarnos, pero no en horas de trabajo, no en horas en donde les pagan por las labores que se les asigna.

Es muy cierto que el derecho de replica es un derecho que todos poseemos...

Pero la verdad es algo que a muchos nos llega a incomodar, en este caso, a los trabajadores les incomodo porque es una realidad degradante, es demasiado surrealista que en una Universidad Seria sea puesta en ridículo ante la sociedad y los medios, todo por el mal hábito que tienen algunas personas. Quizás este no sea mucho, pero la imagen de la facultad se vió afectada.

Esto que ha sucedido es un ejemplo de lo que los periodistas deberían de hacer, tener el valor de decir la verdad (El profesor al hacer su critica, fue imparcial pues entre los trabajadores se encuentra un muy buen amigo de el) aun sabiendo que puede afectar y traer consecuencias.

Sino se dice la verdad tal y como es, estaríamos traicionando la razón de ser del periodismo. Hay que presentar la información tal y como es, ofrecer los dos o mas lados de la historia. Este conflicto entre el profesor y los trabajadores es un ejemplo claro, de los grandes retos que tienen los periodistas y los que llegaremos a serlos: Las represalias o conflictos derivados de nuestras publicaciones. Hoy el periodista necesita un tipo distinto de valor: El valor de decir la verdad no ante la censura, sino ante la presión de lo que realmente es lo correcto.